Como ya sabéis, mi niña nació por cesárea y anestesia general, no pude verla hasta las 4 horas de nacer ( ese recuerdo siempre me entristece ) por tanto cuando me la puse al pecho ya había pasado más tiempo del que los expertos en lactancia recomiendan, pero así era y no hubo remedio para ello.
En el hospital, la mayoría del personal fue realmente amable, me brindaron su ayuda para que la niña se enganchara correctamente, pero mi pequeña no abría bien la boca, sólo cuando le apetecía.
A mí me dolía muchísimo, aunque era mayor el placer de ver a mi niña comer de mi pecho, pero me dolía. Todas me decían que no debería doler, que la lactancia correcta no duele. Estos comentarios me alteraban un poco porque me desesperaba de pensar que no tendría porqué sentir dolor pero sin embargo lo sentía y aparentemente la niña poco a poco iba enganchándose bien.
Lo primero que me dieron en el hospital viendo que la cosa no marchaba como debería, fue una pezonera de la marca NUK creo que era, esa no me gustó, se despegaba con mucha facilidad, mi hermana me compró unas de MEDELA, que me resultaron geniales.
Tuve que usar estas pezoneras porque inevitablemente me salieron una par de grietas enormes que además sangraban,y que parecía que con las pezoneras se iban solucionando.
Para dar de mamar a mi hija usé un cojín de lactancia ( benditos sean ), que ya la verdad que me ayudó muchísimo, puesto que con los puntos de la cesárea el peso de la niña me dolía. Parecía que no encontraba la postura, iba cambiando y también me iba desesperando, además cuando le daba el pecho con mucha gente delante me ponía nerviosa era algo tan íntimo y yo estaba aprendiendo y mi niña también se estaba adaptando que los observadores... aunque he de reconocer que la gente fue bastante discreta y respetuosa en este sentido.
Cuando me dieron el alta, seguí con las pezoneras en casa, hasta que un día probé a darle uno de los pechos sin la pezonera, pues las grietas volvieron en especial en el pecho izquierdo, y me dí cuenta de que el dolor era el mismo con y sin la pezonera.
Acudí en busca de ayuda. La primera la doctora de cabecera, cuya respuesta fue " esque la lactancia duele ", y luego fui en busca de mi matrona, la cuál, cuando le dije que la niña no se enganchaba correctamente del todo, y que me dolía, se limitó a echarme un vistazo en la grieta y decirme " no, esta es una grieta superficial, sigue usando purelan 100 dos veces al día ". Eso tampoco me ayudó mucho, porque llevaba usando esa crema desde el hospital así que... aunque tuve paciencia y seguí usándola porque la verdad que algo calmaba si eras constante y la usabas como era debido.
La pediatra me dijo que usara aceite de oliva. No os lo recomiendo¡¡¡¡¡¡.
Una conocida de mi madre, experta en lactancia de un hospital, sí que me ayudó bastante, cuando ya mi desesperación era enorme, puesto que me dolía horrores sobre todo cuando se enganchaba pero al cabo de un minutillo se pasaba el dolor, esa succión tan fuerte del principio con la grieta me dolía, y me pasaba las noches sobre todo llorando, me sentía inútil y me preguntaba una y otra vez, " si todo el mundo da el pecho ¿qué estoy haciendo yo mal?" lo pasé muy mal, menos mal que mi marido me apoyaba.
Luego entiendes que no todo el mundo da el pecho ni mucho menos, cosa que no critico, lo respeto,aunque yo pudiendo prefiero dar el pecho, ya no por los beneficios de salud que le aporta le leche materna al bebé sino por el vínculo que se crea entre madre e hijo.
Bueno, el caso es que esta chica experta en lactancia me ayudó a colocármela, me dijo que si la grieta sangraba que la nena podía hacer caquita negra que no me asustara y que aguantara que poco a poco se cerraría si la niña empezaba a mamar correctamente y que no usara más las pezoneras. Ahí se enganchó muy bien, en la postura que ella me dió, pero al llegar a casa, vuelta a empezar...
Hasta que por fin entendí, que me dolía ya no solo porque la peque no se hubiera enganchado bien, sino porque esa grieta estaba ahí y me tenía que doler. También comprendí que era algo que tendríamos que solucionar mi niña y yo, que no había posturas perfectas que cada cuál debe encontrar la suya y yo la encontré es curioso pero en cada pecho mama de una postura.
Su saliva curó mi grieta, esta odisea duró el primer mes, después de esto.... soy feliz dando de mamar a mi niña, me encanta ver como me clava su mirada agradecida, como me agarra el dedo mientras mama, no me importa darle el pecho cuantas veces necesite y siempre con una sonrisa. Darle de mamar para mí es tan gratificante como el mismo hecho de haberla tenido.
De echo mi niña hace poco perdió un poco de peso y ya sabéis los comentarios " igual es la leche que no le alimenta " etc, etc, y me dió por pensar aunque dentro de mí sabía que no era eso, y efectivamente, era un problema de reflujo, tratamiento y vuelta a la normalidad.
Yo os aconsejo que si deseáis darle el pecho a vuestro bebé no os rindáis, y os rodeéis de gente que os anime a no hacerlo, no hagáis caso de cosas como que la leche no le alimenta o que no tenéis bastante porque el niño llore o se ponga nervioso, hay más cosas.
Y desde aquí quiero agradecer el apoyo incondicional de mi hermana, la cuál fue un gran apoyo para mí en la lactancia, animándome a no abandonar, animándome a centrarme en mis necesidades y buscar una postura que a la niña y a mí nos gustase, Gracias¡¡¡¡¡¡ de todo corazón, y gracias también a mi marido que día y noche estuvo conmigo dándome su cariño incondicional y sus palabras de apoyo.
Y ánimo a todas vosotras que deseáis dar el pecho, no desesperéis, y no todos los casos son iguales, igual a vosotras se os engancha bien desde el principio y solucionado, pero si no es así no os preocupéis, los niños son sabios y aprenden rápido.
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